Cómo afrontar una vida saludable

El envejecimiento es una característica fisiológica del ser humano y como tal no debe de considerarse sino como una parte de la ecuación que describe nuestra condición física.
Sin embargo, se suele caer en tratar esta condición como algún tipo de patología maligna e incapacitante que nos lleva a la merma física, psicológica o incluso emocional.

 

Pero, ¿Cuantos casos de personas de avanzada edad conoces con una salud de hierro, un físico envidiable y una memoria mejor que la tuya o la mía?

No quiero caer en consignas baratas de “Si quieres puedes” o el famoso “no hay límites”. Es absurdo pensar que el envejecimiento no merma cualidades físicas, la capacidad de regeneración celular u otros procesos importantísimos para el ser humano pero ver como algunos parecen eludir a los años y los achaques produce en mi, al menos, motivos para la reflexión.

Genética y suerte a parte, dos factores que sin duda marcan nuestra vida, la tercera variable es la actividad. La actitud proactiva frente a la vida y que lleva a los más aptos a mirar siempre adelante y permanecer activos tanto mental, como físicamente condiciona la forma en la que envejecemos.

 

¿Cómo afrontar una vida activa a la par de saludable?

Nuestro primer objetivo, como viene siendo habitual en nuestro blog es la práctica deportiva segura y saludable. Con el cúmulo de años quien más o quien menos ha coleccionado una serie de patologías cardiacas, diabetes, artrosis… y un sin fin de condicionantes que van a marcar a la hora de planificar una vida activa. Estos no debe servir de excusa para “irarnos al sofá”, sino todo lo contrario. Lo único que debemos tener en cuenta es asesorarnos de manera adecuada por personal cualificado. De hecho en casos donde se desee hacer actividad de alta intensidad se sometan a chequeos médicos completos, incluyendo una prueba de esfuerzo para delimitar de manera fidedigna los umbrales donde trabajar con seguridad.

También existen fórmulas que puedan orientarles sobre estos límites, aunque no podemos aconsejarlos en casos de patología cardiaca.

FCmax= 220 – Edad

Esta fórmula nos muestra la frecuencia cardíaca (numero de pulsaciones) máxima en la que nuestro corazón puede trabajar sin poner en riesgo nuestra salud. Pero como ya hemos comentado es poco rigurosa y solo aplicable de manera orientativa para aquellos que estando sanos quieran comenzar la práctica deportiva.

 

¿Pero es bueno hacer deporte con Artrosis?

Yo incluso me atrevería a decir que el ejercicio moderado es la medicación más efectiva para la prevención y tratamiento de esta patología.
Sabemos que entre los beneficios del deporte está el control del peso corporal, reducir la diabetes, liberación de endorfinas (sustancias mejoran la percepción del dolor) y también la metabolización de las grasas.

No parece extraño pensar que el ejercicio vaya a ser un gran aliado, ya que cada uno de los puntos anteriores tienen que ver con los principales factores para sufrir artrosis.

La Obesidad asociado con alguna desalineación articular es un factor mecánico determinante ya conocido por todos. Así que el mero hecho de controlar el peso corporal puede ayudarnos.

Algo que la gente conoce menos es la capacidad pro-inflamatoria de las grasas como la Adipokinasas o la Liptina, que no solo fomentan la destrucción del cartílago sino que inhiben su reparación. Así pues una actividad al 70 % de nuestra FCmax puede ser una buena manera de manejar la artrosis ya que esta intensidad de ejercicio mejora la metabolización de olas grasas.

Además se ha estudiado que el estímulo consistente en compresión y rozamiento sobre el cartílago de manera rítmica como suceded al caminar, o ir en bici favorece la nutrición del cartílago y por lo tanto la salud del mismo.

 

¿Entonces qué tipo de ejercicios son aconsejables?

Como ya hemos dicho anteriormente, creo que no debemos tratar a esta población de una manera especial, como si el envejecimiento fuera una patología. Realmente, si tenemos en cuenta las pautas de seguridad universal, se puede practicar cualquier deporte, salvo en casos particulares donde si exista patología.

En estos casos donde haya alguna fragilidad física o patología cardíaca, el ejercicio moderado como caminar, o sin impacto como la natación, bicicleta y actividades de tonificación con baja resistencia y muchas repeticiones pueden ser realmente interesantes. Siempre, eso sí, bajo el control de personal cualificado.

 

 

Alex Vallés. CEO Cínica Podium

 

 

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