Meniscopatía

MENISCOPATÍAS

Las meniscopatías o dolencias de menisco son más habituales de lo que nos imaginamos, y las vemos mucho en fisioterapia.

Pueden darse diferentes afecciones a nivel de menisco: rotura, degeneración del menisco… Ya que éstas se producen bien por un traumatismo o por la degeneración de los meniscos.

Cualquier actividad en la que se pivote sobre la rodilla o si se realiza un giro brusco, sobre todo si se apoya todo el peso del cuerpo sobre la rodilla, puede derivar en una meniscopatía, como una rotura o desgarro del menisco.

El menisco es un fibrocartílago, situado en el interior de la rodilla, que sirve para amortiguar esta articulación entre la tibia y el fémur. Para amortiguar estos dos huesos hay un disco – el menisco-, que cuando se rompe puede provocar un bloqueo en la rodilla: dolor, inflamación, rigidez… Siendo la amortiguación una de sus funciones principales, si se ve afectada esta estructura, se produce una pérdida de la esta estabilidad a la rodilla.

La meniscopatía es una lesión tan frecuente ya que no es exclusiva de los deportistas de élite, sino que también la sufren deportistas amateur.

En el caso de los deportistas populares, puede producirse por tener una musculatura no tan desarrollada como la de los deportistas profesionales. Es especialmente habitual en jugadores de fútbol o esquiadores, puesto que en ambos deportes se realizan cambios bruscos de dirección que pueden provocar un bloqueo de la rodilla que derive en una meniscopatía.

En ocasiones aparecen pequeñas degeneraciones, debidas a una falta de nutrición del menisco, que pueden acabar en rotura u otras afecciones.

TRATAMIENTO:

Dependiendo de la sintomatología se optará por un tratamiento más conservador u otro más invasivo. Desde el punto de vista de la fisioterapia, siempre trataremos de ir de más conservador a más invasivo.

En primer lugar nos centraríamos en bajar inflamación, aplicación de hielo y reposo. Una vez reducida la inflamación dentro de rodilla, comprobaremos si la lesión está provocando un hándicap en nuestro día a día o en la práctica habitual deportiva. Si hay pinchazo, dolor o incapacidad, y la lesión no nos permite llevar a cabo nuestras actividades de la vida diaria, buscaremos otras alternativas más interventivas. En ocasiones, si la lesión es mayor, habrá que optar por una intervención quirúrgica.

PREVENCIÓN:

La prevención de cualquier lesión es básica y nosotros, como fisioterapeutas y profesionales del deporte, recomendamos el trabajo con cargas adecuadas para fortalecer la musculatura y favorecer una mayor estabilidad de la rodilla.

Y estando en plena temporada de esquí, recordad que aún siendo deportistas esporádicos, es necesario prepararse físicamente, realizando una pretemporada. Si no lo habéis hecho, aún estáis a tiempo. Os dejamos una entrada que escribió nuestro compañero Luis Alberto Marco, donde explicaba unos sencillos ejercicios que podréis hacer en vuestra casa. Pero sobre todo, recordad que es esencial realizar un trabajo aeróbico (subir escaleras, caminar, correr, bici…) y de fuerza o propioceptivo, para preparar nuestra musculatura para el esfuerzo e intentar prevenir meniscopatías u otras lesiones.

Alex Vallés

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