El miedo a la artrosis persigue al corredor allí donde va. Las creencias populares y la falta de evidencia científica al respecto han situado al uso excesivo de la articulación como principal factor de riesgo para su aparición.
Sin embargo estudios realizados por Abramson y Attur sobre el desarrollo del conocimiento científico de la Osteoartritis parecen indicar que estábamos equivocados.
El cartílago es una estructura inteligente que responde frente a estímulos de compresión y deslizamiento activando mecanismos de nutrición y generando adaptaciones del cartílago a la carga a la que la sometemos.
LA OBESIDAD COMO FACTOR DE RIESGO
Es larga la lista de posibles precursores de esta patología – enfermedades autoinmunes, lesiones traumáticas, problemas metabólicos…- pero es sin duda la obesidad uno de los más preocupantes.
La triada Obesidad – Diabetes – Osteoartritis, conduce al individuo a un circulo vicioso que provocará un fracaso inexorable de una función tan básica como caminar.
La obesidad es precursora de Osteoartritis por dos vías:
-Aumento de peso asociado a una desalineación de la rodilla, provocando un mal reparto de la carga y como consecuencia una mayor degradación del cartílago.
-Y un segundo mecanismo que apunta al tejido graso como promotor de sustancias pro-inflamatorias, como la Adipokinasa que se encuentra elevada en articulaciones artríticas, particularmente situada en la grasa infrarotuliana y la cápsula sinovial.
O como la Leptina que afecta sobre la síntesis del cartílago, inhibiendo los procesos de reparación.
EJERCICIO COMO PREVENCIÓN
Un ejercicio aeróbico moderado pautado por un profesional, o alternar ciclos de caminar y correr nos ayudará a quemar calorías, que obtendremos de los depósitos de grasa corporal reduciendo nuestro peso y la concentración de las sustancias pro-inflamatorias.
La disminución del peso así como la tonificación de la musculatura estabilizadora articular harán que las cargas recibidas sean menores.
Por último, una estimulación mediante mecanismos de compresión y deslizamiento, tal y como explicaba antes provocarán una mejoría en la síntesis y la nutrición del cartílago y por lo tanto controlaran los síntomas y nos prevendrán de una aparición precoz de la patología.
En la actualidad existen sistemas para caminar o correr capaces de regular la gravedad que afecta a nuestro cuerpo, pudiendo así reducir el peso que recaerá sobre nuestras articulaciones, lo que nos presenta grandes ventajas en el manejo de los pacientes con sobrepeso que quieren iniciarse en una vida saludable y activa. –La AlterG es un buen ejemplo de ello, pero hablaremos de ella en otra ocasión-.
autor del texto
Alejandro Vallés Jiménez
FISIOTERAPEUTA
